Saturday, September 12, 2009

Sobre la necesidad de un refugio


Maestro Burro, ¿Por qué Chile?”
¿Recuerda usted la última vez que estuvo completamente solo(a) en algún lugar apartado de sus rutinas habituales, reflexionando en silencio y sin angustia por el tiempo que transcurre?
Pues bien, si esto sucedió hace mucho o no es un hábito en su vida, encienda todas las alarmas, ya que las cumbres de la humanidad tanto intelectuales, filosóficas como espirituales le advertirán que su vida perdió absolutamente el rumbo o nunca lo adquirió.
Sócrates, el gran Maestro griego sostenía que “La vida examinada es la única que merece ser vivida” y José Ortega y Gasset, el notable filósofo español, declaró que nuestra diferencia con los animales se establecía a partir de nuestra capacidad de instrospección, de lo contrario nos convertimos en los insectos que habitan el gran termitero humano, moviéndose en masa incansablemente, devorándolo todo a su paso inconsciente.
El Dalai Lama menciona el egoísmo inteligente, destinar tiempo y espacio para uno mismo a fin de poder reflexionar, costumbre fundamental para hablar de un mínimo de vida humana.
                                                                       
En el mapa espiritual del mundo se han creado ciertos refugios naturales para la meditación, contemplación, reflexión, instrospección, imprescindibles para la vida verdaderamente humana. Uno de estos lugares es nuestro país. No por nada estamos alejados, barreras por medio, en el fin del mundo.
Aquí en Chile, donde sea que usted se encuentre, puede estar en muy poco tiempo y por muy poco dinero, en la soledad, silencio, distancia y paisaje requeridos para poder reflexionar y revisar periódicamente la propia vida y sus circunstancias, nuestra relación con los demás y el mundo. Ya sea que esté en el gran desierto del norte o en el centro o en el sur, siempre habrá a muy poca distancia, cordillera, cerros, ríos, desierto, bosque, lagos o costa. Y si le gusta la noche, dispondrá de los cielos más bellos del mundo.
Obviamente al sistema sólo le interesa que aparte de matarse trabajando, usted se quede hipnotizado mirando televisión para que su viaje sea solamente hasta el Mall y que sus reflexiones no pasen de ser las lecturas dominicales en masa de una oveja religiosa sin capacidad de pensar por sí misma.
En la película Matrix, Morpheus habla de que mucha gente, lamentablemente la mayoría, ya está tan apegada al sistema que es imposible rescatarlas…  
 En el antiguo Japón tradicional existía esta cultura de crear lugares llenos de armonía y belleza destinados a la soledad y reflexión. De allí provienen los maravillosos jardines japoneses. En la ciudad chilena de La Serena existe un jardín de este tipo, pero para experimentar sus benéficos efectos es necesario visitarlo en invierno o fuera de la temporada veraniega o fines de semana largos. Es necesaria la soledad..
En lo personal prefiero la Montaña. Por el principio de correspondencia, el “subir” físicamente a la montaña se corresponde con una ascensión vibratoria en su propio mundo interno, ya que las reflexiones es necesario realizarlas desde lejos y  desde lo alto….se necesita perspectiva.
También al alejarnos de las contaminadas y frenéticas ciudades (no me refiero sólo al smog, más bien a las vibraciones), nos polarizamos en la pureza de la naturaleza e ingresamos a sus ritmos equilibrantes.
Este país maravilloso nos regala con su extraordinaria geografía, los refugios que necesitamos para reflexionar a fin de que seamos mejores seres humanos.
Deje las justificaciones de lado y váyase constantemente a la punta del cerro…a reflexionar, a ejercer una de sus más elevadas facultades humanas. Así beneficiará a sus seres queridos y al mundo entero.
Para los habitantes de muchos otros países, esto es un lujo impagable.