Wednesday, August 24, 2005

Sobre el "amar a tu prójimo como a tí mismo"

Esta frase atribuida a Jesús siempre se presta para confusiones, ya que ¿cómo es posible obligarse a sentir el más elevado de los sentimientos humanos por gente que no conocemos o que incluso nos ha causado perjuicio o tratado mal?

La respuesta puede encontrarse en un problema de traducción de la biblia, ya que el original se ha traducido al griego utilizando la palabra amor en su acepción que significa caridad. Existen varias palabras que se utilizan también para amor en griego: eros, filia y agape.

El amor eros es el amor de pareja, filia es el la fraternidad y agape es el amor del respeto hacia el otro. Al parecer, la palabra correcta sería esta, ya que indica una actitud y un comportamiento, no un sentimiento que puede variar según el estado de ánimo.

Por lo tanto, el amor al que se habría referido Jesús es un comportamiento que implica tratar al otro con respeto, dignidad, paciencia, amabilidad, cortesía, consideración. Esto coincide plenamente con la recomendación de Confucio, no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a tí y es perfectamente posible de practicar tal como lo han hecho Gandhi, King e incluso algunos héroes de guerra. Los mismos principios están en las antiguas órdenes de caballería medieval.

Incluso en las originales artes marciales (Shaolín) no se busca destruir a un enemigo, se busca que el oponente nos permita superarnos a nosotros mismos.

Fuente: Libro La paradoja.